Los proveedores de servicios para enseñar idiomas usan soluciones mixtas de aprendizaje para maximizar los beneficios tanto de la tecnología como de las clases presenciales. Sin embargo, como la mayoría de sus métodos están basados en tecnologías que promueven técnicas de enseñanza anticuadas, sus soluciones terminan siendo ineficientes e inadecuadas para las verdaderas necesidades de los estudiantes. El método más eficiente es ofrecerles a los estudiantes acceso a contenido auténtico que refleje exactamente lo que necesitan aprender y complementar las clases con enseñanza personalizada de alta calidad para que reciban retroalimentación oportuna cuando más la necesitan.
La parte más importante es encontrar un programa que ofrezca una plataforma fácil de integrar al plan de estudio actual de una organización y que también sea escalable, es decir, que pueda adaptarse a sus necesidades, incluso a medida que cambian a lo largo del tiempo. Es necesario asegurarse de que el programa comience con un análisis de las necesidades de los estudiantes y una evaluación de competencia lingüística para medir su nivel de inglés actual. De esa forma, se puede diseñar un curso personalizado que se adapte al plan de estudio y que ofrezca lecciones de autoaprendizaje, sesiones de tutoría en vivo, informes diarios sobre el progreso de los alumnos y acceso multiplataforma.
Escuchar a una persona que habla inglés como lengua materna es una buena manera de aprender, pero eso no significa que esa persona sea experta en enseñar una nueva lengua. Siempre debes asegurarte de que tu proveedor cuente con instructores de inglés especializados en lingüística aplicada o enseñanza de idiomas, y/o que posea una certificación CELTA o TESOL. Sin embargo, la cualidad más importante que debes buscar en los profesores es el deseo de crear clases enfocadas en las necesidades de los estudiantes.
Es muy importante que tu proveedor tenga un marco validado que incluya equivalencias con los estándares internacionales que tus estudiantes necesitan, como el ACTFL, ALTE, CEFR, ECEF, ILR o GSE. Tu proveedor también debería realizar evaluaciones de competencia lingüística regularmente, no sólo para medir el nivel de inglés de los estudiantes, sino también para que los profesores conozcan las fortalezas de los estudiantes y las áreas donde necesitan mejorar. De esta forma, podrán usar la información en el momento de planear sus clases.
Si tu proveedor enseña frases como “The cat is under the table”, lo más probable es que tus estudiantes abandonen rápidamente sus cursos.
Los estudiantes necesitan contenido relevante de su vida