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Repercutir parte del importe de la formación al empleado si no cumple ciertos compromisos puede ser una práctica viable en algunos contextos, pero debe manejarse con cuidado para evitar problemas legales y mantener un ambiente laboral saludable. Aquí hay algunas consideraciones importantes:

Aspectos legales

  1. Legislación laboral en España:
    • Según el Estatuto de los Trabajadores, la formación que sea obligatoria para el desarrollo del puesto de trabajo suele correr a cargo de la empresa.
    • Si la formación es voluntaria o adicional, es posible establecer un acuerdo por escrito para que el empleado reembolse los costes bajo ciertas condiciones (como abandonar la empresa antes de un periodo pactado).
  2. Cláusulas de permanencia:
    • Es común incluir cláusulas de permanencia en los contratos o acuerdos, en las que el empleado se compromete a quedarse en la empresa un tiempo determinado tras recibir la formación. Si no cumple este plazo, puede requerirse que reembolse una parte proporcional del coste.
  3. Transparencia:
    • Cualquier repercusión económica debe ser clara, razonable y formalizada por escrito. El acuerdo no debe suponer una penalización desproporcionada, ya que podría ser considerado abusivo.

Aspectos éticos y prácticos

  1. Motivación y compromiso:
    • Este tipo de acuerdos puede desalentar a los empleados si sienten que la formación es una carga más que un beneficio.
    • Asegúrate de comunicar el valor que la formación tiene para su desarrollo profesional.
  2. Relación empresa-empleado:
    • Si se percibe como una medida punitiva, puede deteriorar la relación laboral y generar desconfianza.
    • En lugar de imponer sanciones, considera premiar el cumplimiento con incentivos.
  3. Selección de candidatos:
    • Antes de ofrecer formación costosa, evalúa el compromiso y la estabilidad del empleado en la empresa. Esto puede evitar situaciones conflictivas.

Conclusión

Repercutir el coste de la formación puede ser una herramienta válida si se implementa de manera justa y transparente, pero debe alinearse con la normativa laboral y la ética profesional. Optar por incentivar el compromiso, en lugar de penalizar el incumplimiento, puede ser una estrategia más efectiva para mantener un ambiente positivo en la empresa.