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¿Imaginas que te obligaran a hablar japonés en tu trabajo antes del verano de 2022? Algo parecido debieron sentir los empleados de Rakuten. En marzo de 2010 el director ejecutivo de la compañía japonesa comunicó a sus más de 10.000 trabajadores que el inglés sería el idioma corporativo. Lo que paso después ha pasado a ser un caso de éxito.

Crecimiento y expansión como detonantes

La cúpula se había dado cuenta de que para seguir expandido el negocio, iban a necesitar el mejor talento y abrir sus horizontes más allá del país del sol naciente. Su población estaba envejeciendo a marchas forzadas, limitando así las posibilidades de crecimiento. 

Quizá no fue casualidad que, el elegido para tal misión, hubiera sido incapaz de comunicarse en una reunión internacional algunos años antes. La mezcla de frustración y vergüenza hicieron al entonces jefe de recursos humanos comenzar su formación en inglés a la vuelta de su viaje.

La importancia de el método

A tan solo 6 meses vista del plazo fijado, la decepción fue mayúscula cuando descubrieron que únicamente una minoría de profesionales había alcanzado el nivel requerido. La frustración y las quejas consumían a toda una estructura empresarial que se había visto obligada a tratar de aprender a base de libros y audios de manera autodidacta. 

Es posible que se debiera a que el propio Katsuragi hubiera usado este método para aprender inglés en su infancia y con un padre profesor. Por suerte, supieron responder a ese error. Realizaron una encuesta en la que se desveló que los empleados, aunque entendían y aceptaban la necesidad de incluir el inglés en sus rutinas diarias, reconocían que no era suficiente con su propia voluntad y solicitaban el apoyo de la compañía.

Estos resultados cambiaron la estrategia que incluyó clases de inglés, aplicaciones prácticas y apoyo personal. Con esto se consiguió la transformación que estaban buscando. Los empleados podían sentirse cómodos en las reuniones, entendiendo y comunicándose sin vergüenza y con seguridad con sus compañeros. Era una meta común de la que todos forman parte, en la que se sentían clave de una transformación histórica

Ganancia por partida doble

Consiguieron el objetivo de tener una plantilla de habla inglesa, la capacidad de reclutar al mejor talento internacional, y la globalización de la compañía. El caso de éxito de Rakuten fue tal, y tan sonado, que ha servido de ejemplo a muchas multinacionales y les ha valido para abrir una nueva unidad de negocio de asesoramiento y planes de aprendizaje de inglés a otras empresas con las mismas inquietudes que tuvo Rakuten en su día.

Ya son muchas las empresas que han querido elevar su negocio al siguiente nivel, y tú, ¿te sumas para ser el próximo casi de éxito?