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Con frecuencia nos referimos a la formación continua al hecho de realizar cursos con cierta frecuencia. Sin embargo, hay otra interpretación, el aprendizaje incremental trata de añadir constantemente el conocimiento y la experiencia propios a lo largo del tiempo. Esta habilidad es un aspecto clave en el aprendizaje y la buena noticia es que se puede habilitar y fomentar en el lugar de trabajo.

El aprendizaje continuo tal y como lo entendemos

Para comenzar, vamos a detallar las características esenciales de un curso de aprendizaje continuo:

  1. Contenido estructurado. Está enmarcado en un espacio establecido ya sea físico o virtual, y tiene una duración limitada independientemente de que esta sea algunas horas o varios meses.
  2. Instructivo. El contenido aportado tiene una secuencia lógica y el material conduce al alumno a través del conocimiento de manera organizada, desde lo básico hasta lo más complejo.
  3. Pasivo. En la mayoría de casos, la interacción con el contenido es nula o mínima, reduciéndose a pasar las diapositivas, avanzar por el vídeos o consumir la información de manera pasiva y unidireccional.
  4. Examen. El éxito se mide con un examen de conocimientos relacionados por el tema de curso.
  5. Gestionado. Aparece la figura del tutor o sistema informático que monitorea la evolución del alumno y fomenta el cumplimiento de los objetivos propuestos.

El aprendizaje continuo, tal y como lo entendemos, ha ido incorporando las anteriores características para favorecer el aprendizaje. Y aunque tiene sus virtudes, y han sido aclamadas mucho tiempo, sigue consistiendo en una experiencia única, individual y a tramos, por muy continua que se quiera llamar.

El aprendizaje incremental, el verdadero aprendizaje continuo

Sin embargo, el aprendizaje incremental es un verdadero aprendizaje continuo. Estas son las cualidades que representa:

  1. Continuo. No está enmarcado en criterios temporales, ni empieza ni termina porque como dice su nombre, es continuo. Sucede cada día y se va acumulando el conocimiento y experiencia adquirida.
  2. Todos los entornos. Ocurre en cualquier lugar y de forma espontánea. Aprendemos mientras convivimos con nuestras familias, charlamos con los amigos, trabajamos con nuestros compañeros o nos entretenemos en Internet.
  3. Proactivo. Aunque puede ser espontáneo como hemos dicho antes, la persona, inquieta y curiosa por naturaleza, busca actividades y experiencias que le ayuden a resolver sus cuestiones y dudas sobre temas de su interés. Y en ese proceso de aprendizaje la persona está conectando con lo que ya sabe para expandir ese conocimiento.
  4. Evolución. El éxito no se mide en cifras, sino en el desarrollo profesional del individuo y el acercamiento a sus objetivos. A corto plazo se identifica con un mejor desempeño laboral y a largo plazo se ve en la trayectoria profesional.
  5. Autogestionado. El “estudiante” es líder de su propio aprendizaje continuo. Aprender sobre algo o no es una decisión libre y personal, con lo bueno de la motivación y lo malo de la soledad.

Aprender a aprender

La cultura empresarial pocas veces está a la altura de este nuevo aprendizaje incremental. Puede considerarse anárquico, poco estructurado o difícilmente medible, y no se pone en labor su gran potencial y la naturalidad del proceso en sí mismo.

Los responsables de la formación en las empresas, deberán entender primero los nuevos paradigmas del aprendizaje y tendrán 3 labores esenciales si quieren implementar un aprendizaje continuo real es sus empresas:

1. Promover

Dar paso a nuevas mentalidades. En ocasiones no es por rechazo, sino por desconocimiento por lo que las personas no realizan las cosas de la manera más eficiente. El aprendizaje es un proceso continuo que se da en todos los contextos de la vida profesional y personal. No consiste en orquestar una serie de cursos y limitarlo a eso, sino que nace de la información, las interacciones y las experiencias, ya sean sean casuales o elegidas. El aprendizaje continuo no tiene fecha de inicio y fin porque ya venimos aprendiendo y el aprendizaje no termina nunca.

2. Habilitar

Los trabajadores deben comprender que este aprendizaje es flexible y autónomo. La capacidad de aprendizaje es una habilidad vital que necesita entrenarse. Exige cierto compromiso con la causa y adquirir la responsabilidad de nutrirse de conocimientos y fomentar las experiencias que le aporten aquello que necesita o le interesa aprender. Todos debemos aprender algo cada día, la fuente o la manera de aprenderlo pasa a un segundo plano si se consigue el objetivo.

3. Apoyar

Generar un entorno propicio donde se ponga en valor este aprendizaje y se aporten herramientas de apoyo adecuadas a este sistema. Los mandos intermedios y gerentes deberán asegurarse de que sus equipos aprovechan las máximo las experiencias laborales, así el departamento de formación tendrá un papel clave en ayudar a los profesionales a descubrir el amplio mundo de oportunidades de aprendizaje que está disponibles, y a ser conscientes en cada momento de identificar e integrar el aprendizaje con nuevas habilidades.

Las organizaciones se han quitado la venda de los ojos y están descubriendo que el aprendizaje va más allá de ofrecer cursos y debe ser flexible y realmente continuo. Y si reconocemos todos los entornos como contextos de aprendizaje, estaremos envueltos continuamente en infinitas oportunidades de crecimiento.

Fuente: Revista. Aprendizaje moderno en el lugar de trabajo